martes, 22 de octubre de 2013

Introducción a la Botánica

Dada mi actual situación económica, podría decirse que hoy he perdido completamente la razón y me he gastado 9.50 euros en un bote grande de comprimidos de levadura de cerveza. Podría decirse y podría considerarse un derroche. Pero ha sido una inversión. Mi sistema nervioso necesita todas las vitaminas del grupo B y en cantidades industriales. Porque es que me lo imagino ahí pobrecico venga quemar cianocobalamina (qué bonita palabra). Y yo soy mas de guarradas de estas 'naturales' que no de valiums. Que alguno me cae alguna vez, la verdad, pero con un poco de asquete y sólo cuando es estrictamente necesario.

Hoy que comienza este blog, ha sido un día intenso. P. y yo habíamos empezado el día tranquilamente y bien, y estábamos dibujando a primera hora de la mañana, cuando inesperadamente ha llegado una generosa ración de Pollo Casero. Inmersión. Hemos salido a la calle a la búsqueda de ramas flotantes, y como casi siempre, las hemos encontrado. Y la mano que mas fuerte ha tirado para arriba, la de A-chi. Detalles tontos de la vida, como el churrero que ya nos conoce y nos ofrece su salero lleno de azucar (qué simbólico ahora que lo pienso) para que P. se espolvoree el churro a discreción, me alegran y me sacan arriba. Como la dependienta nueva de la tienda que solemos ir,  que hoy P. le ha preguntado cómo se llama y también hemos estado un poco de palique. Mis sospechas se van confirmando: (casi) tol mundo es güeno

Por la tarde, oh novedad, hemos ido al parque y después de un momento también dificil de conversación, esta vez E. al rescate no solo me saca de debajo del agua, sino que me saca, me seca, y poco mas me da un platito de sopa caliente a cucharadas. O por lo menos así de bien me hace sentir. Después mas ayuda. Y a otro sitio, a buscar actividades para P. y mas ayuda, y mas comprensión, y mas apoyo, y mas sentirse bien.Y entre esas cosas y otras abdominales propias, el día se puede decir que ha sido bueno.

No se cuándo, cómo ni sobre quien o sobre qué escribiré. Ni con qué nivel de detalle. De momento somos cuatro -literalmente- gatos y yo y nos conocemos tanto que es como teneros enfrente. Si me pongo moñas me salen unas cosas muy feas y cursis, así que mejor no sigo por ahi. Solamente que quiero a todos los que empezais a leer aqui, a cada uno y a cada una (ole esa corrección política) de un modo y manera diferente.

Este blog no deja de ser una continuación de otro existente, que ha muerto de muerte natural y con una muy avanzada edad, habiendo cumplido su objetivo y tenido una existencia larga y feliz, así que no cabe entristecerse por su pérdida. Como dicen al final de Pleasantville: ¿Qué pasará ahora? Pues no lo se.

¿Y que mas cosas? Pues que igual el blog debería haberse llamado "El diván" (un nombre bastante soso, la verdad) Porque ya me gustaría estar forradísima para ir dos tardes en semana a contarle a un señor extraño mi vida y milagros y que me diga su opinión superprofesional y megaexperta. Pero como no tengo pasta, pues aprovecharé aqui para asentar las aguas del lago.

Mi vida era como un recipiente con tomates, pimientos, pepino, cebolla... (no se admiten bromitas chorras en comentarios con lo del pepino que os veo venir) en fin, como el que prepara los ingredientes para un gazpacho. Y no se me ocurrió otra cosa que meter la batidora. Y ahora todo está revuelto, nada está en orden, todo es provisional, o transitorio o cogido con pinzas. Nada es como "debería". A veces me siento fatal y lloro (si estoy sola y puedo o sea, casi nunca), a veces estoy triste. Otras veces paso momentos estupendos y/o maravullosos que no cambiaría por nada, o recibo tanta ayuda que no se si la merezco. Quienes se supone que habrían de estar conmigo y de mi lado, no lo están, y no sólo no me dan sino que me quitan, y no hablo en sentido material. De otras personas que no esperaba nada, he recibido y recibo tanto que me parece increíble. Hay un sector fijo que ha estado ahí siempre, está ahora, y cuento con que siga(is) estando por los siglos de los siglos amen o al menos hasta que me reincorpore al ciclo del carbono.Luego hay personas con las que a lo mejor sólo me he cruzado de manera puntual, los 'amarillos' que diría Espinosa, pero que me hacen cada favor y me resuelven cada papeleta... por un poner, la secretaria del alcalde.

Estoy aprendiendo mucho, muchísimo, y también estoy cambiando el color del cristal con el que miro, sobre todo el cristal con el que miro y repaso mi propia vida, y cada cambio de color de cristal es un nuevo giro, un nuevo cambio, una nueva duda o una respuesta que me faltaba a una pregunta. Cuando mejor me siento es cuando todo esto que me pasa toma sentido, y no es otro que el de reordenar y reorganizar todo, como si fuera a pasar a limpio. Está siendo dificil y duro, pero no me arrepiento de nada y ni por un segundo lo cambiaría por volverme a ver a mi misma social y aparentemente feliz almorzando sola enfrente de Anarrosa.


1 comentario:

  1. Me llena de orgullo, prejuicio y satisfacción inaugurar los comen-tarios de tu blog. Me parece maravullosa tu iniciativa. Del pepino solo diré que consum tiene la tecla 69, porqué, qué se yo, si solo se que no se nada. Amanece que no es poco. Se abstengan pragmaticos, se dediquen a otra cosa, dejennos ser felices o vayanse a la mierda

    ResponderEliminar