jueves, 30 de enero de 2014

Momentos tomate

Soy feliz en condiciones muy extrañas.Cuando menos me lo espero. A veces también soy feliz en situaciones en la que es social y políticamente correcto serlo. Entonces es un subtipo de felicidad distinta, como mas convencional, a veces hasta pelín pritigüoman. Pero otras veces se alinean los planetas o mis chakras -lo mismo me da- y en situaciones en las que se supone que no hay un porqué, va y de repente me encuentro muy bien.
La primera vez que me pasó semejante momento-arrebato las condiciones, externas e internas, eran las siguientes: domingo por la mañana, trabajando en la cocina del hospital, cortando tomates. La noche anterior había salido y había dormido poco (lo que yo en mi ignorancia consideraba 'dormir poco' a.d. P). Las rodillas me dolían. En la radio sonaba la 97.7 (que viene a ser el radiolé versión valenciano-pepera) De repente me sentí muy bien, tuve un momento de felicidad tontuna al mas puro estilo Sanchez Dragó. Todo estaba bien, todo estaba en su sitio. Todo era como tenía que ser. El olor que iba saliendo de los tomates a medida que los cortaba me hacía feliz.
Hoy he tenido un momento bastante parecido.Algo de cansancio físico. Muchas cosas en la cabeza, la gran mayoría buenas.Trabajando sola o a ratos con el que ahora es mi jefe. Un punto en comun es el de los olores. Entre cafés, tes, tisanas, especias, chocolates... el olfato es el sentido que menos procesamos, llega practicamente enterito al cerebro y desde allí las moleculitas hacen de las suyas (en este caso unas suyas buenas)
Decía Juan el coixo, el monitor del gimnasio, que si no nos esforzamos, no tendremos fuerza. Hace tiempo me enteré de que había muerto, pero aquella frase suya que una vez le oi decir, me la guardo para siempre. Y la engancho a otra que le oi a Julia Otero (Otero, quiero conocerte!!!) que venía a decir algo así como estar triste es normalmente la opción mas fácil
Será por eso que soy tan poco navideña, porque si hay algo que no soporto es que me impongan las cosas, aunque esa imposicion sea pasarlo bien y/o ser feliz, no quiero hacerlo a golpe de calendario; no es que no quiera, querría, pero no me sale. Cuando soy feliz, cuando, como y donde no toca, entonces aun soy mas feliz, porque mi aura se expande o mi abuelo me abraza. Soy atípicamente feliz, casi todo el tiempo, casi todo el rato. Me esfuerzo y eso me hace ser fuerte.Oigo canciones escritas solo para mi.Valoro lo que tengo, todo lo que tengo, cosas materiales, o mejor dicho, o mejor escrito, cosas de las que dispongo, porque eso de tener las cosas es una movida muy de aqui-y-ahora. Dile tu a un indio del amazonas que te matas a trabajar para poder "tener" un piso donde "vivir" Se descojona enterito.Dicen los profundos que lo que das, te lo das; lo que tienes, te tiene.Yo como soy un poco de estar por casa en estos temas, estoy intentando juntar cuatro eurillos, que lo cortés no quita lo torpedo. Pero que si, que los momentos-tomate no tienen precio, vienen porque si.y hay que conservarlos. Ponerlos en conserva por si vuelve el frio invierno.

1 comentario:

  1. Me ha encantado descubrirte y leerte, me has regalado un momento feliz!
    Abrazos!

    ResponderEliminar