Gafas

Hay una anécdota que TC no se cansa de explicarme, ni yo de oírla. Siempre la cuenta con las mismas ganas, la misma energía y la misma ilusión, y yo siempre la escucho como tierra reseca que recibe gotas de lluvia.

Parece ser que cuando yo tenía mas o menos la edad de P. ahora, me pusieron gafas. Y ella estuvo presente el día en que me las trajeron y pusieron por primera vez.
Últimamente me lo ha contado varias veces, pero es que además A. no para de hacérmela rondar por la cabeza, y yo que la conozco, ya le he tenido que decir, vale, a ver, qué es lo que quieres qué saque de ahí? Respuesta: que te está pasando lo mismo. Pero si hasta lo has puesto en el subtítulo del blog nuevo, bonita...

Parece ser que aquellos cristales con que empecé a mirar el mundo lo cambiaron todo. Poder ver las cosas con claridad, literalmente hablando, ver bien, me cambió de arriba a abajo, me dió la vuelta, cambió mi manera de actuar, de comportarme, de ser. No me canso de oir la historia por lo bonita, pero es que además, el Universo en su guasa infinita, me la repite. Yo y yo a la edad de P. vuelvo a cambiar el cristal con el que miro. Qué gran suerte que TC si lo recuerde por mi, y me lo cuente, porque además de todo lo anterior, esa historia es también la llave que abre otras cuantas cerraduras.

Lo que estaba abajo está arriba, lo que estaba lejos está cerca, nada es lo que era, ni lo que parecía. Me está pasando lo mismo, y es complicado y bastante laberíntico, pero es lo mejor (o casi) que me podría pasar. Todo se coloca muy lentamente en su sitio, muy despacio para mi, pero al ritmo que debe. Todo saldrá bien, seguro. In Universe I trust.

He looked beneath his shirt today
There was a bound in his flesh so deep and wide
From the wound a lovely flower grew
From somewhere deep inside

He turned around to face his mother
To show her the wound in his breast that burned like a brand
But the sword that cut him open
Was the sword in his mother's hand

(Sting, The Lazarus Heart)